Un primer acercamiento intuitivo hacia el fenómeno de la locura arroja sensaciones ambiguas. El terreno del loco no es estable, y tal vez esas sensaciones confluyen en la idea de posicionar al loco en el espacio de lo desconocido, de lo misterioso. Este primer acercamiento es crucial, pues nos permite concebir la locura como el enfrentamiento particular ante lo desconocido. El carácter particular de tal enfrentamiento, nos lleva a lo esencial: la figura del loco siempre va a tener su origen y correspondencia en un determinado imaginario humano, en una determinada perspectiva humana que al verse enfrentada ante hechos para ella inexplicables, simplifica el problema al etiquetar dichos actos como actos de locura.
El loco, en estos términos, no tendría características naturales. Va a surgir a medida que alguien lo perciba como loco, en cuanto alguien realice un juicio de valor, y por medio de la imaginación, fabrique ese prejuicio. Será necesario entonces un enfoque social, para así entender cómo reacciona el imaginario occidental ante la extrañeza del loco; entender el origen de esos juicios de valor. Voy a presentar algunas nociones básicas de Michel Foucault, un pensador francés que plantea un esquema general del intercambio cultural humano, centrando su investigación en el caso del mundo occidental moderno y postmoderno: Postulados básicos:
1) El hombre es una construcción cultural (moral), y comienza a edificarse a medida que se comunica, a través de lenguajes, con otras personas e imaginarios humanos. 2) Este intercambio cultural es el que nos constituye como sujetos. Foucault entiende al sujeto como su etimología lo indica: persona sujeta a normas morales. 3) Las personas se relacionan con estos imaginarios humanos a través de relaciones jerárquicas de poder. Relaciones de influencia donde, consciente o inconscientemente, se imponen discursos de conducta.
El caso particular de occidente:
2) Las libertades de los individuos se aseguran por medio de instituciones sociales (colegios, cárceles, ministerios, economía, etc.) 3) Paradójicamente, de esas construcciones sociales que deben asegurar nuestra libertad, se desprenden una serie de normas a nivel consciente y principalmente a nivel inconsciente.
4) Se establece una relativa estabilidad social, donde los individuos tienen una percepción de mundo relativamente estable. El estado moderno tiene una materia de trabajo (los individuos alienados) homogénea, que asegura el buen funcionamiento del sistema.
5) Las relaciones de poder no se dan directamente entre el Estado y los individuos. Las instituciones sociales, que varían en influencia y forma, son los brazos que influyen sobre las unidades mínimas: los individuos.
6) En el contexto occidental contemporáneo, las instituciones de mayor influencia directa son: la familia, los sistemas educativos, los medios de comunicación, los sistemas económicos, la burocracia ministerial y los sistemas bélicos.
7) Los valores morales (conductuales) y estéticos (gustos) transmitidos reciben influencia de un enorme imaginario base: el cristianismo. 8) En resumen: el producto es un sistema social de una complejidad y una productividad enormes, que mantiene su buen funcionamiento a medida que logra encauzar, o más bien manipular el proceso de constitución de las personas en sujetos.
El loco y su ubicación en este sistema
1) Foucault dice que en toda sociedad hay personas que no logran sujetarse a las normas que se desprenden de las instituciones sociales, poniendo en riesgo la estabilidad del sistema.
2) Ante los demás individuos, esta persona surge como elemento desconocido, lo que explica que se le asocie a la locura. El encuentro ante lo desconocido deriva en la necesidad etiquetarlo en algún molde: en este caso, en el del loco.
3) Esta extrañeza puede surgir porque la persona extraña: a) Se crió en una cultura diferente, por lo que contrasta con las costumbres de la cultura occidental. b) Abandona en algún grado las normas sociales, provocando el rechazo. c) Supera y manipula las normas a su antojo, manifestándose como diferente. d) Alguna clase de degeneración mental no le permite sujetarse a las normas sociales, provocando así el rechazo de la comunidad.
4) En resumen: el loco en sí no presenta características permanentes, pues surge a medida que alguien lo percibe como extraño. El caso de occidente es interesante, pues al ser una sociedad homogénea en exceso, el loco toma formas tan diversas como las de artista, fanático, indígena, criminal, comunista, talibán, homosexual, etc.
De cierta forma la locura es un prejuicio que conviene combatir. El loco es una categoría imaginaria que surge en base a la ignorancia. Conviene entonces desentrañar la complejidad humana que se encuentra detrás de esa categorización. Tantas maravillas fueron encontradas detrás de tantos artistas e intelectuales que en su momento fueron llamados locos; tantas culturas rechazadas para continuar con un crecimiento ensimismado. Conviene más bien tener una actitud activa y no una conformista. En cada loco se encuentra un espíritu humano, que al ser por definición diferente a quien lo juzga, tiene por consiguiente mucho que ofrecer.